lunes, 26 de septiembre de 2016

AMELIE: Es cierto, te cambiará la vida



Título: "AMELIE"
                                                          Comedia dramática. Fantasía.
                                                          Año: 2001
                                                          Duración: 120´
                                                          Director: Jean-Pierre Jeunet
                                                          Intérpretes principales: Audrey Tautou
                                                                                               Mauthieu Kassovitz
                                                                                               Lorella Cravotta
                                                                                               Serge Merlin
                                                           B.S.O.: Yann Tiersen
                                                                                                

   He de decir que "Amélie" era, desde hacía mucho tiempo, una de las grandes olvidadas dentro de mi lista de pelis imprescindibles. Sí, lo reconozco, hasta el día de ayer no la había visto y la verdad, la espera ha merecido la pena y ha cumplido con creces mis expectativas, a pesar de que éstas eran altas. Que la trama se desarrolle en París y que la película fuese rodada en 2001, el año más importante de mi vida, hacía que su visionado fuese obligado. 


   La historia se centra en el personaje de Amélie Poulain (Audrey Tautou), una chica diferente al resto, con una fuerte introversión, que ha crecido en un entorno ausente de cariño, teniendo que valerse de su arrolladora imaginación para crearse su propio universo. 
   Hija de una madre a la que vio morir a los pies de Notre Damme por caérsele encima una turista que se suicidaba en ese momento, y de un padre (Raphäel Poulain, interpretado por el genial Rufus) que tras la muerte de su esposa, centró todo su afecto en un gnomo del jardín, hay un momento clave en la vida de Amélie (el cual, por supuesto, no desvelaré) que cambia su forma de concebir la vida. Y éste tiene lugar el día 30 de agosto de 1997, cuando Amélie tenía 22 años...


   A partir de dicho instante, Amélie tendrá un claro propósito: tratar de facilitar la vida a los demás, para lo cual se servirá de su gran ingenio. De esta forma consigue ayudar a un sinfín de personas con su peculiar toque de varita mágica: a Georgette, la vendedora de tabaco, a su vecino Raymond, un pintor obsesionado por los cuadros de Renoir, a Hipólito, un escritor fracasado e incluso a su propio padre. 

   Y muy importante será la aparición en escena de Nino (Mauthieu Kassovitz), un chico que se dedica a coleccionar fotos que la gente desecha en una cabina de fotomaton, por el que Amélie siente fascinación debido a su carácter soñador y solitario. En el encuentro de ambos jugará un papel determinante el ya citado Raymond. Éste intentará saldar su deuda con Amélie ayudándola a encontrar lo que sin duda ha olvidado en su tarea por hacer más agradable la vida de los que le rodean: su propia felicidad.

   Tan bella historia (y mensaje) le sirvió a Jean-Pierre Jeunet para rozar el Oscar al mejor guión original ese año, aunque sí se alzó con el premio Bafta en dicha categoría y los premios César a la mejor película y dirección.


   Quiero destacar el importante y determinante papel que la música juega en la ambientación de esta película. Resulta muy evocadora y ayuda a recrear la fantasía que envuelve la película. Impecable elección a cargo del compositor francés Yann Piersen Tiersen, haciendo del acordeón el instrumento perfecto para aportar la calidez necesaria en el momento preciso, haciendo de esas escenas por las bohemias calles de Montmartre momentos inolvidables, haciendo, en esencia, de esta B.S.O. una de las más bellas y reconocibles de los últimos tiempos (tema central: "La Valse d´Amélie"). También compuso la banda sonora de otra conocida película germana "Good bye, Lenin!" (2003).

   En cuanto a la fotografía simplemente decir que el trabajo de Bruno Delbonnel es sublime en este filme. Es, sin duda alguna, otro de los puntos fuertes de la película. De hecho, en el año 2010 recibió el premio a la película con mejor fotografía de la década 2000-2010 (casi nada).
 
   A mi juicio se combinan de forma muy inteligente los tonos ocres y un tanto oxidados de algunas escenas, con otros más coloristas y brillantes (destacando el color azul), que ayudan a desligar esos prismas de realidad y fantasía tan presentes durante todo el desarrollo de la trama.

   El título de esta entrada no puede resultar más evocador, pero a la vez más real. Ése era el propósito de Amélie Poulain en su vida, y lo cierto es que a todos los que hayamos tenido la suerte de haber visto esta película, en mayor o menor medida, también nos la ha cambiado. Una historia tierna, genuina, entrañable, ingeniosa, optimista. Sencillamente, imprescindible.




2 comentarios:

  1. Hola Miguel,
    ya te encontré, yo también te pongo en mi lista,
    un abrazo

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    1. Muchas gracias por pasarte, Carina. Espero que te guste el blog y pueda contribuir a que te animes a ver alguna peli que no viste y a compartir tus impresiones.
      Un abrazo

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