Título: "EL PIANISTA"
Drama.
Nazismo.
Año:
2002
Duración:
148´
Director:
Roman Polanski
Intérpretes principales: Adrien Brody
Maureen Lipman
Ed Stoppard
Emilia Fox
B.S.O.: Wojciech Kilar
Intérpretes principales: Adrien Brody
Maureen Lipman
Ed Stoppard
Emilia Fox
B.S.O.: Wojciech Kilar
Reconozco, no sin rubor, que no había visto esta maravilla hasta hace bien poco.
Quizás por el escepticismo que me transmiten las interpretaciones de ciertos
actores. Y este era el caso de Adrien Brody. Pero no podía permitirme quedar
sin ver una de las mejores obras (si no la mejor) del maestro Polanski. Y
tras verla me saco el sombrero ante ambos. Cada uno de los 148 minutos de la
historia merecen la pena y tienen sentido.
Destaco por encima de todo la primera parte del filme, magistralmente
documentada y exquisitamente rodada. Se nota la mano de Polanski, desmarcándose
sobremanera de la marca Hollywood y mostrando con completa objetividad el
horror vivido por su pueblo durante el holocausto nazi.
La historia se centra en la figura de Wladyslaw
Szpilman (Adrien Brody), un brillante pianista polaco que vive con su
familia en el ghetto judío de Varsovia. A pesar de ser una celebridad en su
país, él y su familia no se libran de las infaustas consecuencias de la
ocupación nazi, cuando en 1939 estalla la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo,
gracias a la ayuda de un matrimonio amigo logra evitar la deportación,
facilitándole varios escondites donde deberá permanecer recluido sin dar
muestras de la más mínima existencia.
Sin embargo el peligro siempre está acechando. Las tropas alemanas ganan
presencia cada vez más en las calles, sobre todo a partir de las pequeñas pero
más frecuentes sublevaciones que el cada vez más mermado pueblo judío realiza.
Son los últimos coletazos de una sociedad que agoniza, tratando de sobrevivir a
un final que ya estaba escrito. Esa lucha por una esperanza invisible la
encarna a la perfección el pianista Wladek Spilzman,
excepcionalmente interpretado por Adrien Brody, ganador ese año (2002) del
Oscar al mejor actor principal, en el que competía contra excelsos actores
como Daniel Day-Lewis o Jack Nicholson, por la preciada estatuilla.
Esta magistral obra tuvo un merecido
reconocimiento a nivel internacional, recibiendo numerosas y prestigiosas
distinciones. No obstante ganó 3 de los 7 Oscar a los que aspiraba: los de
mejor director (Roman Polanski), mejor actor (Adrien Brody) y guión
adaptado (Ronald Harwood). Aunque para mí le faltó el de mejor película (que
ese año fue para "Chicago"
-increíble pero cierto-) para haber conseguido, de esta forma, el
póker soñado.
De igual forma recibió la Palma de Oro del Festival de Cannes, además
de 2 premios Bafta (mejor película y director) y 7 premios Cesar (incluyendo
mejor película, actor y director).
Polanski con esta película ganó el Oscar a mejor director, además del Globo de
oro y el Goya a la mejor película europea del año. Creador de reconocidos
filmes como "La semilla del
diablo" (1968), "Chinatown"
(1974), "La novena puerta"
(1999) u "Oliver Twist"
(2005), entre muchas otras, con "El
pianista" logró (a mi juicio) su obra más redonda. Una película
directa, propia del cine del viejo continente, más realista y con menos
pliegues que la propia "Lista de
Schindler" de Spielberg (ya de por sí cruda), sin los edulcorantes
típicos de Hollywood. Una historia desgarradora, necesaria, que te congela la
sangre y te llega al alma.
Destacar
igualmente la impresionante fotografía de esta película, a cargo de Pawel
Edelman, que consiguió recrear a la perfección el dramatismo de aquél infausto
recuerdo. Excelente ambientación de la Segunda Guerra Mundial a través del
sufrimiento del pueblo judío.
La escena de Spilzman tocando el piano para el General alemán (fugaz
pero correctamente interpretado por Thomas Kretschmann) es una de las que más
destacaría dentro del cine de la primera década del siglo XXI. Personalmente
dejó una muesca en mi corazón.
Y no quisiera concluir esta reseña sin destacar la música de esta bella
película, que corrió a cargo del compositor polaco Wojciech Kilar. La
elección de los temas de Chopin es sencillamente exquisita (mi amigo Arabel
estará de acuerdo conmigo). El tema principal de la B.S.O. es el Nocturno en
Do sostenido menor del maestro de Varsovia.
Una de las mejores frases de este filme tiene lugar cuando el protagonista logra salir de la parte más conflictiva del ghetto nazi, cuando el hombre que le brinda escondite le pregunta: "Se sentirá más seguro a este lado del muro, ¿no?" A lo que Wladek Spilzman contesta "Sí… pero todavía no se con seguridad en qué lado del muro estoy". Esta frase explica, ciertamente, muchas cosas. Me lleva a rescatar de mi memoria una de las mejores frases del gran Mahatma Gandhi: "No hay caminos para la paz. La paz es el camino".
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