martes, 27 de septiembre de 2016

CADILLAC RECORDS: El Blues tuvo un hijo y lo llamaron Rock & Roll



Título: "CADILLAC RECORDS"
                                                Drama. Música. Años 50
                                                Año: 2008
                                                Duración: 109´
                                                Director: Darnell Martin
                                                Intérpretes principales: Adrien Brody
                                                                                      Beyoncé Knowles
                                                                                      Jeffrey Wright
                                                                                      Emmanuelle Chriqui
                                                B.S.O.: Terence Blanchard


   Como buen amante de la música en general y del Blues en particular, era sólo cuestión de tiempo que "Cadillac Records" y yo nos encontrásemos en el camino. Y he de reconocer que el encuentro ha sido muy satisfactorio y ha respondido a las expectativas que me había generado.
  
   La trama se ambienta en el Chicago de los años 50 y gira en torno al importante sello discográfico "Chess Records", referente para la cultura musical afroamericana del momento, creado por Leonard Chess (Adrien Brody). Éste deja atrás su turbio pasado laboral y se lanza al mundo discográfico fascinado por el talento musical de Muddy Waters, excepcionalmente caracterizado e interpretado por Jeffrey Wright. Muy pronto, "Chess Records" se convierte en un referente y se muestra a la sociedad norteamericana como sinónimo de éxito, máxime cuando figuras de la talla de Little Walter (Columbus Short) o Howlin´ Wolf (Eamonn Walker) pasan a formar parte de la familia Chess.


   Sin embargo, será la propia convivencia de los complicados egos de estos artistas la que marque el inicio del declive para Leonard Chess
  
   Muy influyente en el devenir de la historia será la aparición de la gran Etta James (Beyoncé Knowles), cuya relación con Leonard habrá que tener muy en cuenta. Destacar la, a mi juicio, correcta actuación de Beyoncé en un papel que le venía como anillo al dedo. Además del evidente parecido físico con James, tiene durante buena parte del filme la ocasión de mostrarnos su calidad vocal.

   Igualmente importante será el descubrimiento de una figura que propició que Muddy Waters se convirtiese en leyenda: Little Walter. Cuando se habla de Walter es obligado resaltar su excepcional talento con la harmónica. Una harmónica que, por desgracia, no tardó en cambiar por el alcohol, a medida que el éxito fue haciéndose cada vez más habitual en su vida. 


   Este filme es de obligado visionado para todo amante del Blues y del R & R, puesto que en "Cadillac Records" asistiremos al nacimiento de este último, de la mano de Chuck Berry, todo un fenómeno musical del momento. Los Beatles, los Rolling Stones, así como referencias a Elvis y a los Beach Boys, entre otros, tienen cabida a lo largo de 109 minutos de pura delicia audiovisual. 

   He de reconocer que la directora, Darnell Martin, era desconocida para mí hasta que vi esta película. Sus trabajos en la gran pantalla son escasos y de poca enjundia. Su trabajo más bien se centra en las series de TV, habiendo trabajado como productora en reconocidos títulos como "Oz", "Ley y orden" o la más reciente "Life on Mars". Sin duda alguna, con "Cadillac Records" alcanzó su triunfo más sonado hasta la fecha, donde además tuvo el honor de dirigir a todo un ganador de un Oscar de la Academia, como Adrien Brody ("El pianista" -2002-).


   Lo mejor: la ambientación y la caracterización de los personajes, que se asemejan mucho a cómo eran o son en la realidad. La película está muy bien documentada y refleja fielmente lo que se consiguió a través de este fenómeno musical.

    Lo peor: haber obviado la figura de Robert Johnson, al que considero el verdadero padre del Blues. Podría decirse que el Blues nació con él en el cruce de la actual autopista 61 con la 49 en Clarksdale (Missisipi), cuando Johnson decidió vender su alma al diablo a cambio de tocar mejor que nadie.

   Para concluir, destacaría una parte de la película en la que se resume bien lo que simbolizó la aparición del Blues para la sociedad afroamericana y su irrefrenable expansión:

   "La primera vez que una chica se quitó la ropa interior y la lanzó al escenario fué por culpa de un tio que tocaba Blues. Y cuando empezaron a hacerlo las chicas blancas lo llamaron Rock and Roll. Hizo falta muchísima gente para crear la música que cambió el mundo".



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