Título:
"EL HOGAR DE MISS PEREGRINE"
Fantasía. Aventuras.
Año: 2016
Duración: 127´
Director: Tim BurtonIntérpretes principales: Eva Green
Asa Butterfield
Samuel L. Jackson
Terence Stamp Judi Dench
B.S.O.: Matthew Margeson y Mike Higham
Desde que hace unos meses vi el trailer de esta película, algo me dijo que tenía que verla. Claro que en esos apenas dos minutos de resumen se podía vislumbrar perfectamente al Burton más reconocible y, como ya me vais conociendo, todos sabeis que soy un ferviente admirador de su arte como cineasta. Bien es cierto que atrás quedan maravillas como "Eduardo Manostijeras" (1990), "Batman" (1989, 1992 y 1995) o "Big Fish" (2003), entre otras, pero veo en esta ocasión atisbos de retorno al Burton más tradicional (a cuentagotas, eso sí), el mismo al que últimamente veía inmerso en una encasillada marca registrada de la fantasía, demasiado "obligado" a cumplir con ciertos parámetros más estandar y renunciando en cierto modo a su talento de antaño a cambio de éxitos de taquilla fáciles.
El "Hogar de Miss Peregrine para niños peculiares" se trata de una adaptación del best seller de Ramson Riggs (novela que publicó en 2011) a la gran pantalla. En ella se nos cuenta la historia de un orfanato donde se encuentran niños con poderes extraordinarios, que viven en un bucle temporal donde el 3 de septiembre de 1940 se repite día tras día. Al frente de dicho lugar se encuentra Alma Peregrine, magistralmente interpretada por Eva Green, quien velará por la seguridad de estos peculiares niños.
El hilo conductor de la trama recae en Jacob Portman (Jake), quien a sus 16 años presencia la muerte de su abuelo Abe, a manos de una extraña criatura. La relación de Jake con su abuelo siempre fue muy estrecha, por lo que su fallecimiento le afecta sobremanera. Es entonces cuando se ve en la necesidad de viajar a la Isla de Cairnholm, en Gales, para tratar de hallar respuestas a las múltiples preguntas que se agolpan en su cabeza. Será allí donde descubra que los extraños seres sobre los que le hablaba su abuelo desde pequeño en realidad existen, y esperaban su llegada desde hacía tiempo...
Como ya os anticipaba al principio, reconozco la esencia del director en varias partes de la película. Así, la idea de falta de lucidez o imaginación desmedida de Abe, puesta en contraposición de que realmente lo que cuenta es cierto, me recuerda al Edward Bloom adulto de mi alabada "Big Fish", los setos con formas de animales en el jardín del orfanato me recordaron a "Eduardo Manostijeras" y en la parte final se puede apreciar un guiño que Burton hace a "Jason y los argonautas" (1963), con la escena de los esqueletos animados luchando contra los huecos.
La historia fue filmada en varios lugares. Así, el orfanato de Miss Peregrine no es sino el Castillo de Torenhof, situado en la localidad belga de Brasschaat, al norte de Amberes. La isla donde se encuentra el mismo se trata de Portholland (Cairnholm en la película), una pequeña isla habitada por apenas 40 personas y que hubo que acondicionar ya que, por ejemplo, la casa de "The Priest Hole", la pensión donde se hospedan Jake y su padre, no existe en realidad. La casa de Abe, sí es cierto que se encuentra en Florida y fue de este lugar de donde emplearon el malecón que luego se recrearía en la localización de Blackpool, donde tiene lugar el tramo final del metraje.
Lo mejor de esta peli para mi es la actuación de Eva Green en su papel de Ymbryne (para saber lo que es tendréis que verla), a la vez que como Directora de tan peculiar orfanato. Lo peor es en mi opinión la parte final. La considero plana, algo unidimensional y bastante tópica en su idea. En este sentido me ha decepcionado bastante.
No es ni mucho menos la mejor obra de Burton y está muy lejos de sus títulos más notables, pero sí veo una ruptura en favor del Burton más clásico si la comparamos con "Big eyes", su anterior película. Por momentos recuerda a Harry Potter, pero la historia carece de la consistencia de la que goza la obra de J.K. Rowling, lo cual tampoco ayuda.
Para terminar os dejo con una frase que me gustó y que resume muy bien lo que Jacob representa: “Había soñado con escapar de mi vulgar
vida, pero mi vida no fue nunca vulgar. Simplemente no había advertido
lo extraordinaria que era”.